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En el proceso comunicativo es importante conocer cuatro estructuras fundamentales que son básicas en todo texto, esto es importante en nuestra profesión por que nos permite tener un mejor desenvolvimiento en nuestro ambiente, el cual se constituye dentro de las relaciones interpersonales. Estas habilidades nos permiten analizar, comprender y proponer mucho más dentro de cualquier tipo de texto.
MACROESTRUCTURA
Afecta a la división de los párrafos acorde con los temas y el tipo de texto que se trate. Esto supone una determinada organización de la información que caracteriza el género del texto. Así, por ejemplo, en los textos periódicos el orden informativo de la macroestructura es piramidal.
La macroestructura textual: es el contenido semántico global que representa el sentido de un texto. Para que un texto se reciba como una unidad de comunicación ha de poseer un núcleo informativo fundamental, que es el asunto del que trata o tema. La macroestructura textual, pues, es un concepto cercano al de tema o asunto del texto, reinterpretados en el marco del análisis del discurso.
La acuñación del concepto macroestructura se debe al lingüista holandés T. A. Van Dijk (1977, 1978, 1980). Según Van Dijk, el texto organiza su contenido en el plano global en dos tipos de estructuras: las denominadas macroestructura y superestructura textuales. La macroestructura constituye la estructura semántica del conjunto del texto; la superestructura representa la forma como se organiza la información en el texto, esto es, la estructura textual formal. Por ejemplo, en un cuento, la macroestructura se formula en términos del tema que trata (un viaje iniciático, un descubrimiento, una relación amorosa, etc.); por su parte, la superestructura define el esquema adoptado para abordar el tema textual: en el ejemplo, las partes constitutivas del cuento (situación inicial, nudo o complicación, acciones, etc.). Aunque macroestructura y superestructura se complementan, son estructuras textuales independientes entre sí. Un cuento tradicional, siguiendo con el ejemplo, presenta siempre la misma superestructura; en cambio, puede tratar muy distintos temas, es decir, puede presentar diferentes macroestructuras.
Si una secuencia de oraciones carece de tema global o macroestructura, el conjunto es percibido como una sucesión de enunciados incoherentes, y, por lo tanto, no llega a constituirse como texto. La macroestructura, en este sentido, es un mecanismo de coherencia textual. El tema no tiene por qué estar nombrado explícitamente en el texto: si lo está hablamos de palabra temática u oración temática, que tiene la relevante función de poner al lector en condiciones de construir la macroestructura correcta, pues señala el probable tema del resto del discurso, de modo que ya no es necesario que el lector lo construya.
El concepto de macroestructura es un concepto relativo: hace referencia tanto al tema global del texto como a temas locales que se desarrollan en determinados fragmentos. Al mismo tiempo, a modo de muñecas rusas, los subtemas de determinados fragmentos textuales pueden presentar también otros subtemas relacionados, que constituyen por lo tanto su propia macroestructura. De todos modos, en sentido estricto, la macroestructura del texto será la más general y global, mientras que determinadas partes del texto también podrán tener sendas macroestructuras locales. Como resultado se obtiene una estructura textual jerárquica de las macroestructuras en diferentes niveles. Dependerá de la extensión y de la diversidad de asuntos que aborde un texto el hecho de que presente una estructura semántica o macroestructura más o menos compleja y jerarquizada. Las frases del texto que expresan macroestructuras se denominan macroproposiciones secuencias de oraciones que resumen la información global del texto y de los fragmentos con entidad temática; a estas macroproposiciones se llega con la aplicación de las macrorreglas u operaciones cognitivas que realiza el lector u oyente para extraer la macroestructura de un texto.
El concepto de macroestructura textual ha incidido en las prácticas de comprensión lectora y en general en el procesamiento de información. Para reducir y organizar grandes cantidades de información (sea en la producción o en la recepción), es útil conocer los mecanismos por los que es posible construir discursos coherentes, en tanto que presentan un sentido global, con diferentes niveles de especificidad o macroestructuras.
Elaboración de la macroestructura textual:
Es importante que subrayes adecuadamente el texto y que extraigas las ideas fundamentales de cada apartado.
Para ello, en primer lugar, debes leer el texto varias veces hasta que lo hayas comprendido adecuadamente.
Una vez creas que te ha quedado claro su contenido pasaremos a subrayar las ideas fundamentales de cada párrafo, de manera que elaboremos un esquema coherente de lo que se dice. Este esquema debe servirnos para elaborar la primera parte del comentario, aunque puedes ir subrayando o apuntando en lápiz todos aquellos elementos que puedan servirte más tarde para elaboración de la cohesión y adecuación textual.
MICROESTRUCTURA
Entendemos por microestructura las informaciones que pueden contener un artículo de diccionario, la manera como están representadas y el orden en el que aparecen.
. La microestructura textual:
La microestructura textual es la estructura gramatical y tipográfica del párrafo y está relacionada con aspectos prosódicos o fonéticos (pausas y ento- nación), aspectos semánticos (el sentido de lo expresado) y aspectos estilísticos (la voluntad expresiva del escritor, el uso que el escritor hace de los signos de puntuación).
. Valoración de la microestructura del texto:
Desde el punto de vista fonético, el párrafo se divide esencialmente en grupos fónicos (porción del discurso comprendida entre dos
pausas), que a veces adoptan la forma de incisos (oraciones incidentales) o de vocativos (persona o cosa personificada a quien denominamos para
atraer su atención), cada uno de los cuales requiere una entonación adecuada marcada en la escritura normalmente mediante los signos de
puntuación. Las pausas (cesuras en poesía) son los silencios
más o menos largos que se producen en la cadena hablada tras un grupo fónico o una oración, y sirven para delimitar unidades semánticas
o sintácticas. Tales unidades pueden venir indicadas por signos de puntuación o producirse incluso en ausencia de ellos. La entonación es la curva melódica producida por la sucesión de tonos de los sonidos que componen
un fragmento de discurso. Puede ser enunciativa (inflexión final descendente), interrogativa (inflexión final ascendente) y exclamativa
(ascenso del tono hasta la sílaba acentuada de la palabra que se pone de relieve seguido de descenso brusco).
El tonema es la inflexión o cambio de tono que se presenta a partir de la última sílaba tónica del grupo fónico. Existen fundamentalmente tres: cadencia (el tono desciende rápidamente a partir de la última sílaba tónica), anticadencia (el tono asciende rápidamente a partir de la última sílaba tónica) y suspensión (el tono ni asciende ni desciende a partir de la última sílaba tónica).
SUPERESTRUCTURA
Se refiere a la estructura global que caracteriza el tipo de texto, es independiente del contenido y se refiere más generalmente a la forma del texto.
La situación de enunciación: se relaciona con el contexto en que se comunica una idea. Esta se caracteriza por tres tipos de faces, estas son:
1. Tonalidad predictiva: se refiere a quien lo dice, esta relacionada con la voz y la polifonía. En este caso se tiene en cuenta la experiencia del que habla, intención y la lectura que se realice.
2. Tonalidad apreciativa: se refiere a la forma como el emisor expresa sus ideas, puede ser de forma irónica, burlesca, académica, etc.
3. Tonalidad intencional: se refiere a la intención que tiene el emisor. Puede persuadir, criticar, burlarse, apoyar, etc.
La noción de superestructura se utiliza en los modelos textuales de la lingüística anglosajona, y en particular en la teoría desarrollada por T. A. Van Dijk (1978, 1980), para dar cuenta de la forma que presenta el conjunto del texto. Según Van Dijk, el texto estructura su contenido en el plano global en dos tipos de estructuras: las denominadas macroestructura y superestructura textuales. Mientras la macroestructura resume el contenido global, la superestructura representa la forma que adopta el discurso.
En la superestructura, las frases de un texto se organizan en un esquema constituido por categorías funcionales, unas opcionales y otras obligatorias. Por ejemplo, para las noticias periodísticas, Van Dijk (1978) propone una superestructura hipotética constituida por dos categorías superiores, el resumen y el relato, que, a su vez, contienen otras categorías funcionales: el resumen de una noticia contiene un titular y un encabezamiento; el relato se construye a partir de una situación (que puede constar de un episodio y antecedentes) y de comentarios (constituidos, a su vez, por reacciones verbales y conclusiones). Independientemente de su contenido (es decir, de la macroestructura: se trate, por ejemplo, de un enlace matrimonial, de un acuerdo político o de un descubrimiento científico), el esquema estructural básico de una noticia constituye una superestructura, en el sentido de que siempre presenta el mismo esquema formal.
La superestructura como esquema básico que organiza la información contenida en un texto lo clasifica dentro de un tipo. Según Van Dijk, determinados tipos de textos responden a un esquema estructural básico (como la narración o la argumentación), mientras que otros no presentan una estructura convencional clara (el texto poético, por ejemplo). No obstante, puede distinguirse una serie de superestructuras convencionales, es decir, que la mayoría de hablantes de una lengua conoce o reconoce. Algunos autores (Charaudeau, 1992, Charaudeau y Maingueneau, 2002) han planteado el inconveniente de aplicar la noción de superestructura tanto a esquemas de organización del discurso muy generales (la narración, la argumentación) como a géneros de discurso particulares (artículo científico, soneto, etc.). La noción recubre unidades textuales muy diferentes, por lo que parecería más operativo reservarla para la organización de los géneros discursivos particulares, y trabajar con el concepto de secuencia textual en los otros casos.
En didáctica de lenguas, las superestructuras esquemáticas ofrecen la posibilidad de elaborar un texto a partir de un esquema preestablecido convencionalmente. Además, el receptor, mediante el conocimiento de la superestructura, puede hacer hipótesis antes de la lectura y durante ella sobre el tipo de información que queda por procesar: por ejemplo, en una receta de cocina, después de los ingredientes, se esperan las instrucciones sobre el modo y el tiempo de elaboración. Por lo tanto, las superestructuras organizan cognitivamente el proceso de lectura, comprensión y (re-)producción de los géneros discursivos. Partir de estructuras globales en la producción y comprensión de textos, en definitiva, ha permitido determinar estrategias cognitivas y metacognitivas superiores para el desarrollo de la competencia discursiva de los aprendientes.
4 comentarios:
Me parece muy interasente,puesto que es de gran ayuda en todos los campos, incluso en la medicina. Además me gusto que nos indiques como elaborar una macrostructura
aparte de la gran utilidad que tiene en muchos campos ya sea profesional, universitario, etc nos ayuda a comprender, analisar y darle una mejor interpretacion a cualquier texto. gracias por las indicaciones.
Nos das una gran informacion hacerca de estas estructuras que me parecen de gran utilidad en todos los medios educativos, y la importancia que le das en nuestro medio de la medicina.
muy buen articulo, dejas muy claras las estructuras textuales, ademas nos dejas la inquietud de aplicarlas en nuestra vida diaria
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